miércoles, noviembre 7

El duelo

Por la mañana venía en taxi y me puse a pensar lo difícil que es una pérdida. Una muerte, una descepción, una despedida, un viaje... mientras iba por las calles hacia mi destinto, hice una lista de cómo le he sentido en esos casos...

Ahí va:

Por lo menos me queda el refugio de mi misma. Por lo menos me queda el refugio de la escritura. Por lo menos me queda el refugio de llorar. Por lo menos me queda el refugio de no ver a nadie y ensimismarme en la pérdida. Por lo menos me queda el refugio de ir buscando "como en celo por las azoteas", dijera Sabina. Por lo menos me queda el alcohol, el reven, los amigos. Por lo menos me queda las aventuras. Por lo menos me queda huir. Por lo menos me queda decir que me enamoré y que fue tan lindo. Por lo menos me queda recordar que si soy capaz de darme. Por lo menos me queda el frío de diciembre. Por lo menos me queda viajar. Por lo menos me queda soñar. Por lo menos me queda saber que es lo que quiero. Por lo menos me queda tener presente quién quiero que sea mi acompañante. Por lo menos me queda sentir que nada será suficiente como para llenar su vacío. Por lo menos me queda darme cuenta que estoy exahusta. Por lo menos me queda el sabor de que no quiero nada más. Por lo menos me queda recordar que por eso no me arriesgo. Por lo menos me queda el miedo. Por lo menos me queda el sabor de que vale la pena intentarlo... aunque no funcione.

lunes, noviembre 5

Ese motorcito...

Sentir coraje no es autoderrotarse.

"El verdadero coraje es dejar de pertener a una reacción en cadena, es parar la subestimación, es adelantarse a una jugada desgastante, es ampliar las jugadas de liderazgo, al lograr mayor credibilidad y admiración"

Anónimo